Transformar grasa animal en biodiésel y las proteínas descartadas en bioestimulante requiere varias fases. Una de las fases, como se señala en la sección de acciones de esta web, es separar y caracterizar las distintas fracciones del residuo cárnico y seleccionar las grasas animales.
Durante la clasificación de las muestras separadas por el colaborador Organovac, otro colaborador del proyecto, CEPSA, procedió a clasificar los residuos y ha hallado azufre en los mismos. Esto podría restringir el proceso de obtención del biodiésel y, en consecuencia, este azufre se eliminará durante el proceso para lograr un biodiésel que cumpla con las normas de calidad requeridas.
Otros factores como el índice de humedad, la carga de materia seca, cenizas, grasa, metales y la carga total de aminoácidos, etc. se han averiguado a partir de toda la materia prima, la fracción grasa y la proteica.
Se expusieron y discutieron cuestiones como la tramitación de permisos y licencias para instalar la planta piloto, los Indicadores Clave de Rendimiento (KPI por sus siglas en inglés) medioambientales y de comunicación, cuestiones financieras, y aspectos de la gestión y diseminación del proyecto.
La reunión concluyó con una satisfacción común entre todos los socios, que consideran que este proyecto supone un desafío y brindará sin lugar a duda oportunidades interesantes para los mercados del biodiésel y los bioestimulantes.
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